Spirea Japonica

 

Spirea japonica es un arbusto caduco perteneciente a la familia Rosaceae, es originaria de Japón, China y Corea. Forma arbustos densos y muy ramificados que pueden superar el metro de altura, los tallos se desarrollan de forma vertical  ligeramente inclinada, son delgados y cilíndricos de color marrón rojizo. Se utiliza frecuentemente como planta ornamental.

 

 

 

Las hojas de color verde claro, son ovaladas y puntiagudas, caducas, se desarrollan a lo largo de los tallos de forma alterna, tienen las nerviaciones central y secundarias, hendidas y muy pronunciadas y los bordes finamente dentados, las hojas frecuentemente adquieren tonalidades rojizas especialmente en los bordes, miden entre dos y siete u ocho centímetros de longitud.

 

 

 

Las flores son pequeñas de color rosado, crecen agrupadas en inflorescencias globosas y redondeadas en el extremo de los tallos. Las flores tienen cinco diminutos pétalos ovales de color rosa pálido, mientras que su centro es de color rosa intenso, presentan estambres muy delgados y largos, sobresalientes. Aunque las flores son pequeñas, las inflorescencias son muy bonitas de aspecto delicado. Las flores atraen a las mariposas y abejas.

 

 

 

Florece abundantemente de mediados de primavera a verano, a finales de verano y principios de otoño, dependiendo del clima de cultivo, las flores se secan y adquieren un tono tostado, las diminutas flores se transforman en frutos en forma de capsulas, cuando maduran los frutos, liberan las pequeñas semillas que contienen. Los pájaros de alimentan de ellas.

 

 

 

Situación soleada o parcialmente soleada, pero florece mejor en sol, se adapta a diferentes tipos de suelo, pero prefiere suelos arcillosos y húmedos, bien drenados de ph neutro o ácido. En su habitas natural se desarrolla cerca de ríos y cursos de agua dulce, actualmente se ha naturalizado en zonas con condiciones de cultivo favorables. Ideal para cultivar en grupos formando borduras o macizos de flores, perfecta a lo largo de caminos o riberas de ríos o lagos. También podemos cultivarlas en macetas grandes para decorar terrazas y patios. Abonar en primavera y verano con un abono liquido completo diluido con el agua de riego. A finales de invierno o principios de primavera, es recomendable añadir materia orgánica para enriquecer la tierra, justo despues de la poda, para facilitar el nacimiento de nuevos brotes..

 

Preciosos ejemplares en Jyväskylä, Finlandia, próximas a la zona norte del Lago Päijänne.

 

 

 

Riegos frecuentes y abundantes, en primavera y verano, época de máximo desarrollo y floración, mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero evitar empapar la tierra y proporcionarle un buen drenaje. El exceso de humedad puede provocar problemas con hongos y pudrición de raíces.

 

 

 

Podar el extremo de los tallos justo despues de la floración primaveral, eliminando las flores secas, cortar justo por encima de una hoja, donde surgirá un nuevo brote que nos dará flores mas adelante. En verano eliminar los tallos secos o estropeados y recortar las puntas para mantener los arbustos sanos y bien formados. En otoño cuando la floración ha finalizado y las hojas empiezan a caerse, cortaremos todos los tallos a unos veinte o veinticinco centímetros del suelo. Las Spireas brotaran de nuevo en primavera y florecerán, para ello necesitan una nueva poda a finales de invierno o principios de primavera, eliminando los tallos muertos y pinzando el extremo de los tallos, para fomentar el nacimiento de nuevos brotes. Utilizar tijeras de podar desinfectadas y afiladas para prevenir el contagio de enfermedades por las heridas del corte. Podarlas manteniendo una forma redondeada mas ornamental.

 

 

 

Resiste temperaturas bajas invernales de alrededor de quince grados bajo cero, o incluso mas bajas, sus hojas se secan y brotan de nuevo en primavera. No tolera demasiado bien las temperaturas estivales excesivamente cálidas, prefiere ser cultivada en zonas de temperaturas moderadas o frías.

 

 

 

Se reproduce por semillas, se pueden sembrar directamente, no necesitan semilleros, deben sembrarse a finales de invierno o principios de primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado, mantendremos ligeramente húmedo el sustrato para que las semillas germinen correctamente. Actualmente hay muchas plantas híbridas y cultivares, en algunas variedades las flores son estériles o no dan como resultado plantas idénticas a la planta madre, estas variedades las multiplicaremos  por esquejes tiernos, de los extremos de sus tallos.

 

 

 

Aunque son plantas resistentes ocasionalmente puede sufrir ataques de insectos y hongos, pueden aparecer pulgones y cochinillas que deberán tratarse en pulverizacion con insecticidas específicos. El «oídio», un hongo con aspecto de ceniza blanquecina puede afectar a sus hojas, en caso de ataque es necesario tratar las hojas con un producto fungicida anti-oídio hasta su completa recuperación. DIFICULTAD BAJA.

 

 

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